Historia del Colegio San Alberto Magno
Una travesía de fe, educación y compromiso con la comunidad.
Los inicios
Para acercarnos a la historia, es necesario ahondar en el trabajo de los Frailes Dominicos, quienes fueron los pioneros en la evangelización y formación en la academia y las virtudes; del mismo modo, en la cultura y literatura contextualizada del Nuevo Reino de Granada, conscientes de actuar con tenacidad en los procesos urgentes de la enseñanza u orientación a los indígenas.
"Fray Jerónimo Loaiza, segundo Obispo de Cartagena, contempló la idea de fundar un colegio ante la necesidad de formar y acompañar a los indígenas, como elemento de mutua enseñanza."
En 1528, se inició la orientación catequética a los indígenas en Santa Marta, organizando una escuela elemental donde las doctrinas aprendían el idioma de los indígenas, y éstos la doctrina cristiana, especialmente mediante el mensaje evangélico.
Primeras misiones
Desde Cartagena, los frailes fueron enviados a misiones a lo largo de la costa Caribe, incluyendo Santa Marta y regiones de tierra adentro, atendiendo tribus locales en condiciones difíciles.
Fray Luis Bertrán
En un pequeño bohío, Fray Luis Bertrán estableció una capilla que servía para la catequesis, intensificando su labor especialmente con los niños, dejando un legado de esperanza y fe.
Fundación del colegio
En Barranquilla, Fray Domingo Lozano y Fray Ismael Arévalo fundaron el colegio en el barrio San Luis Bertrán, respondiendo a las necesidades de educación y evangelización en condiciones precarias.
SAN ALBERTO MAGNO toma su nombre de un héroe de fe que supo conciliar la sabiduría divina con la ciencia humana, uniendo la tradición pedagógica Dominicana Tomista con un modelo educativo transformador.
"El colegio ha tejido con paciencia una historia de vivencia y vocación educadora que permea toda una humanidad en continuo cambio."
Hoy, la institución continúa ofreciendo un invaluable aporte educativo, avivando la memoria de su comunidad y escribiendo una historia de libertad y excelencia.